Secretaría de Cultura en México

Foto de Jhovani Morales
David Santiago Tovilla

Revista 10. Número 299


La creación de la Secretaría de Cultura en México es una idea añeja. El tema revivió en la pasada campaña presidencial de 2012. Fue retomado en las propuestas de algunos contendientes. En febrero de ese año, el candidato de la alianza Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer “doce compromisos en materia cultural” cuyo punto final era dicho planteamiento; aún más: anunció a la escritora Elena Poniatowska como titular de la Secretaría del nuevo gobierno.

Dos meses después, la candidata del Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, durante un acto en el Museo Franz Mayer, ofreció también la creación de la Secretaría y el crecimiento en diez veces el presupuesto para la cultura. En contrario, el punto no apareció en los doscientos sesenta y seis compromisos firmados ante notario público por Enrique Peña Nieto, entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional y el Partido Verde Ecologista de México.

Ahora, a mitad de su mandato, el presidente ha dado el paso. En cuestión de días, se cubrirán los aspectos legales. ¿Cuál será la diferencia? Que, hoy, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes es un órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública. 

En consecuencia, el sector presupuestal es “Educación Pública”. Elevarle a rango de Secretaría es dotarle de la estatura que la cultura tiene en países como Argentina, Colombia, Perú o Brasil. Era una disposición necesaria y demandada desde hace años. La transformación institucional debió ocurrir hace tiempo con los temas cultural tal como ocurrió con los asuntos de los recursos naturales y el ambiente. Recuérdese que, en 1972, los temas ecológicos se veían en una Subsecretaría de Mejoramiento del Ambiente, dependiente de la Secretaría de Salud. En 1982, se transforma en Subsecretaría de Ecología de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología. 

En 1992, la SEDUE se convierte en Secretaría de Desarrollo Social y se crean el Instituto Nacional de Ecología y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. En 1994, reaparece la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca. En 2001, le retiran los asuntos pesqueros para quedar tal como en la actualidad: Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Justo cuando los temas ambientales ocupan la agenda mundial y cuya importancia llevó al Papa Francisco a dedicarle su Encíclica de este año (Revista 10. Número 288).

Frente a la vitalidad y el vigor cultural del país, la estructura institucional se congeló en 1988, con la creación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: hace veintisiete años. Invitado a dar el discurso en el acto de Fundación del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, Octavio Paz expuso: “La creación (del FONCA) es un anuncio de los tiempos. Por primera vez en la historia de nuestro país se asocian voluntariamente el Estado y los empresarios para fomentar la creación y la difusión de las obras artísticas y literarias. 

"Por primera vez también, -cambio inmenso, radical- los escritores y los artistas tendrán la posibilidad de dirigir y orientar a la cultura viva de México, en el dominio del arte, la literatura y la historia, tanto en la provincia como en la capital. En fin, por primera vez todos los que participamos en esta tarea aceptamos como único principio y guía la libertad de creación. La historia de la cultura moderna de México comenzó el 1 de marzo de 1691, fecha de la carta de sor Juana Inés de la Cruz a un prelado defendiendo el derecho de las mujeres al saber y la libertad del escritor. 

"Hoy, 2 de marzo de 1989, nace el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, destinado a fomentar la libre creación. Veo en la unión de estas dos fechas algo más que una coincidencia: un signo de la historia de México. Un signo y una promesa”. Ahí se detuvo el tiempo.

El anuncio de Peña Nieto es la gran noticia del mensaje del tercer informe. No ha tenido el revuelo proporcional. Se ha diluido porque la expectativa social, en días de zozobras financieras, esperaba otras medidas y no un hit en el rubro cultural. 

Es seguro que el país quería noticias en relación con la baja del peso, la caída de los precios del petróleo, la falta de cumplimiento de las metas de crecimiento. Pero ¿Cuándo es el tiempo apropiado para este anuncio? Siempre. No debieran cerrarse los ojos ante esta gran iniciativa que cubre la evolución que esperó dos décadas y media. Merece reconocerse.